Los niveles bajos de refrigerante y la presencia de residuos en el radiador pueden afectar gravemente la eficacia del sistema de refrigeración, lo que podría provocar que el motor se sobrecaliente. Además, las fluctuaciones rápidas y frecuentes en la temperatura del refrigerante pueden provocar un fenómeno conocido como choque térmico.
El choque térmico ocurre cuando hay una expansión y contracción desigual de los materiales debido a cambios bruscos de temperatura. Esta tensión repentina puede comprometer la integridad de las juntas y sellos del sistema de refrigeración, particularmente en las zonas más afectadas por el choque térmico.
Cuando las juntas se someten a un choque térmico, su vida útil se reduce significativamente, lo que provoca fallos prematuros. Estas juntas comprometidas son propensas a fallar continuamente a menos que se aborde y elimine la causa raíz del choque térmico.
Para mantener el rendimiento óptimo y la longevidad del sistema de enfriamiento de su vehículo, es esencial verificar periódicamente los niveles de refrigerante, asegurarse de que el radiador esté libre de residuos y abordar cualquier problema que pueda causar fluctuaciones rápidas de temperatura. Al tomar medidas proactivas para prevenir el choque térmico y mantener la integridad del sistema de enfriamiento, puede evitar posibles problemas de sobrecalentamiento y reparaciones costosas en el futuro.